Red Municipal de Bibliotecas de Córdoba

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Presentación del libro MuchoCuento y MultiVerso 2015

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portada libro muchocuento 2016El libro será presentado durante el Salón del Libro Infantil y Juvenil 2016

Fecha y hora: miércoles 23-noviembre a las 18:00 h.

Serán entregados los lotes de 25 ejemplares a los premiados  

  

La relación de premiados cuyos trabajos configuran este libro se puede consultar en nuestra propia web  

La edición de este libro ha contado con la imprescindible colaboración de los siguientes ilustradores

  • Ana María Quintero
  • Gloria Espino
  • Eva Hidalgo
  • Alba Ortega
  • Rafael Jiménez

 ilustr libro muchocuento

Reproducimos aquí el cuento ganador de la categoría A (menos de 9 años). 

Crobot, el robot enfadado

Gonzalo Cerro Plaza

Crobot era un robot que nunca quería hablar con nadie porque estaba muy enfadado.

Los demás querían ayudarle y le decían:

-¿Qué te pasa?

Y el robot no les contestaba.

Crobot vivía en un país que se llamaba Cromótica. En Cromótica, los robots se vuelven rosas cuando están alegres. Rojos cuando están enamorados. Grises cuando están tristes. Morados cuando están enfadados. Y cuando están normal, son verdes. Normal es que no están ni contentos ni enfadados ni tristes.

Cuando Crobot nació era rosa pero luego se volvió morado poco a poco. Llamaba la atención porque su ciudad era muy alegre y todos eran rosas, y Crobot era como una mancha morada en la ciudad rosa.

Su mamá estaba muy preocupada por él. No sabía qué hacer. Así que decidió ir a visitar a un robot viejo y sabio que vivía en el Almacén de los Pensamientos. En el Almacén de los Pensamientos el robot viejo y sabio podía sacar de los robots enfermos un pergamino electrónico donde ponía qué le pasaba. Pero el problema era que el pergamino sólo podía leerlo el propio robot enfermo, nadie más. Ni siquiera el robot viejo y sabio podía leer los pergaminos de los robots enfermos, él sólo podía sacarlos.

El robot viejo y sabio, que estaba de color verde porque estaba normal, sacó de Crobot su pergamino, y se lo dio a Crobot para que Crobot leyera lo que le pasaba. Pero Crobot se quedó callado delante del pergamino. Su mamá cada vez estaba más preocupada. Se estaba poniendo un poco gris. El robot viejo y sabio le dijo:

-Crobot no sabe leer. Hay que llevarlo a la Escuela de las Palabras.

Crobot y su mamá se fueron del Almacén de los Pensamientos a la Escuela de las Palabras. El maestro de la Escuela de las Palabras era una maestra robot que se llamaba Abecerota. Era muy buena y lista, y estaba de color rosa porque le gustaba mucho enseñar. En la primera clase Abecerota se dio cuenta de que Crobot no veía bien. Abecerota le dijo a la mamá de Crobot:

-Este robot no ve bien. Tiene que ir a la Metalería de la Visión.

La mamá de Crobot cada vez estaba más gris. Crobot y su mamá se fueron de la Escuela de las Palabras a la Metalería de la Visión. En la Metalería de la Visión estaba el Metalero de la Visión que era famoso porque curaba ojos y que estaba de color rosa porque veía todo muy bien. Miró a Crobot y le dijo:

-Veo, veo

Crobot no contestaba.

-Veo, veo

Crobot seguía sin contestar. El Metalero de la Visión le dijo a su mamá:

-Este robot necesita unas gafas cuadradas. Tiene que ir al Gafero de las gafas cuadradas.

La mamá de Crobot estaba ya gris del todo y Crobot seguía de color morado. Crobot y su mamá se fueron de la Metalería de la Visión al Gafero de las gafas cuadradas. El Gafero de las gafas cuadradas era de color rosa porque era muy rico porque vendía muchas gafas en Cromótica.

El Gafero le dio a Crobot unas gafas cuadradas. Crobot se puso las gafas. Entonces su madre lo llevó a la Escuela de las Palabras y le enseñaron primero a hablar y después a leer. Abecerota le dijo a su madre que lo llevase al Almacén de los Pensamientos. El robot viejo y sabio le sacó el pergamino y Crobot lo leyó:

-Estoy enfadado porque mi papá se murió antes de que yo naciera y a mí me gustaría haberlo conocido.

Entonces a su madre se le ocurrió una idea brillante. Se dirigió a la Cabaña de las Dudas sin Resolver, donde fabricaban robots y les pidió que le hicieran un robot para que fuera el padre de Crobot. Dos días después fueron otra vez a la cabaña y Crobot vio por primera vez a su padre.

Su madre lo había conseguido:

Crobot ya no era morado, era rosa.

Crobot le contó toda su vida a su padre y ya nunca más fue más morado.

crobot

 

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